Wikipedia dice: “ Se considera un plato mundial, en casi todas las cocinas del mundo hay un plato con características similares, haciendo imposible determinar su procedencia“.
Así que mi pastel de carne lo voy a poner bajo cocina suiza, por estar echo en Suiza y con ingredientes suizos.
En Italia le llaman polpettone, deriva de polpette, que serían como las albóndigas españolas.
En Suiza, Alemania y Austria se llama Hackbraten, que quiere decir asado de carne picada (es que el alemán es una lengua muy exacta, se lo toma todo al pie de la letra).
En Francia le dicen pain de viande, o sea pan de carne (será por que la forma recuerda a un pan y por que se amasa, se cuece en el horno…).
En Inglés es meatloaf, como los franceses hacen alusión al pan.
En Dinamarca se llama Farsbrød (también aquí creo que se hace notar la palabra pan).
En Chile es asado alemán, parece ser que esta receta se la llevaron los alemanes en los siglos XVIII y XIV.
En Cuba le llaman pulpeta, esto creo que seguro que tiene influencia italiana.
Los portugueses casi me parecen alemanes, por que le llaman rolo de carne, que en realidad pienso que es el nombre más acertado.
En Puerto Rico le llaman albondigón, pues sí está bien el nombre porque es como una albóndiga gigante.
Etc., etc., etc. Este asado se prepara también en Africa, en Asia…
Parece increíble lo pequeño que puede ser nuestro planeta. Una comida tan sencilla -en la preparación como en los ingredientes- se prepara por todo el mundo casi igual.
Creo que la comida „casera“, la comida que preparaban nuestras madres, abuelas, bisabuelas, etc. en tiempos donde no había la posibilidad como hoy de esta super-comunicación-internacional, es igual o por lo menos muy parecida, porque la naturaleza les ofrecía unos productos y nuestros antepasados los tenían que aprovechar de la mejor manera que podían y sabían. Pero lo sorprendente es que todas las personas de todos estos lugares tuvieron la misma idea de preparación. Vaya coincidencia, no?
Ingredientes para 3 – 4 personas:
800 gr. de carne de ternera picada
aceite de oliva (u otro) o mantequilla aclarada
2 cebollas picadas muy, muy finas
2 o más dientes de ajo también picados muy, muy finos
2 zanahorias picadas también muy, muy finas
1 trocito de puerro picadito
1 trocito de apio picadito
1 Tomate sin semillas también muy picadito
un chorrito de brandy o vino blanco
perejil, tomillo u otras hierbas aromáticas
3 – 4 cucharadas de pan rallado
1 – 2 huevos
un poquito de pimentón de la Vera (la punta de cuchillo),
un poquito de curry (punta de cuchillo)
sal y pimienta
2 dl. de caldo de verduras o de carne
1 dl. de brandy o vino blanco
Preparación:
Poner la carne picada en un bol grande.
Sofreir suavemente en una sartén la zanahoria, el apio, la cebolla, el ajo, el puerro y el tomate, rehogar con el brandy y dejar reducir un poco. Las verduritas hay que sofreirlas para no encontrarnos con los trocitos duros en la boca, ya que el tiempo que necesita este asado en el horno no es suficiente para ablandarlas.
Añadir a la carne las verduras, las hierbas aromáticas, el pan rallado, huevo, pimentón, curry, sal y pimienta y amasar todo muy bien.
Darle forma a esta masa, ponerla en el horno precalentado a 220° y dejar dorar, sin darle la vuelta, unos 30 minutos aproximadamente.
Cuando esté doradito echarle el brandy y el caldo. Dejarlo cocinar otros 20 minutos más o menos. Para saber si está en su punto se pincha con un tenedor o cuchillo y si el jugo que sale ya no es rojizo ya está (cuidado que si se deja demasiado tiempo se va a secar la carne).
Servir cortado en lonchas con un poco de su jugo y acompañado, por ejemplo, con un puré de patatas y unas verduras o ensalada.
Para ver la preparación del puré de patatas al azafrán pinchar aquí.
A nosotros nos sobraron 3 rodajitas del asado y al día siguiente las preparé así:
En una fuente de horno puse unas rodajas finas de tomate cubriendo el fondo, les eché sal, pimienta y tomillo, coloqué las rodajas de carne con un par de rodajas de tomate encima (tambien condimentadas) y queso rallado (yo puse parmesano, pero puede ser otro) y lo metí al horno a 200° hasta que se doraron un poco el tomate y el queso.
Lo serví con unas croquetas hechas también con el resto de puré de patatas al azafrán del día anterior y una ensalada… y nos chupamos los dedos.
Buen provecho!
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