Tarta crocante de albaricoques y quark

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Ingredientes para la masa

Para un molde 26 cm Ø

200 gr. de harina

120 gr. de azúcar

1/4 cucharadita de sal

150 gr. de mantequilla, cortada en tacos y muy fría

150 gr. de almendra laminada, dorada y enfriada

1 huevo

50 g almendra laminada

Poner la harina, el azúcar y el sal en un recipiente. Mezclar todo muy bien. Añadir la mantequilla y, con las manos bien frías, frotar los ingredientes entre las manos hasta conseguir que sea todo migas (bolitas). Añadir las almendras doradas y el huevo. Amasar todo muy poco tiempo, solo hasta que se forme una masa un poco homogénea. Poner 2/3 de la „migas“ de masa en el molde, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina, y ayudándote con una cuchara prensar muy bien las „migas“ al fondo del molde dejándolo bien cubierto con esta masa. Al otro tercio de la masa se le añaden ahora las  otras almendras sin dorar, se amasa un poco y  se deja a parte.

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Ingredientes para el relleno:

500 gr. de albaricoques, troceados o cortados en gajos

1 ½ cucharada de Apricotine (Licor de albaricoque) o zumo de limón

250 g Quark semidesnatado

2 huevos

80 gr. de azúcar

1 cucharadas de harina

1/2 vaina de vainilla

Azúcar en polvo

Mezclar los albaricoques con el licor o el zumo de limón y ponerlos en el molde. Revolver bien el quark, los huevos, el azúcar, la harina y la vainilla y echarlo sobre los albaricoques.

Desmigar sobre la tarta el resto de la masa que se había dejado a parte.

Poner la tarta en el centro del horno precalentado a 180° y dejarla por 1 hora aproximadamente. Al cabo de una hora se quita la tarta del horno y cuando se haya enfriado se desmolda y se espolvorea con el azúcar en polvo.

Y ya está lista para servir.

Buen provecho!

Tarta de albaricoques y ricotta

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Ingredientes para un molde de tartas de 24 cm Ø

200 gr de harina

½ cucharadita de sal

100 gr de mantequilla muy fría

½ – 1 dl de agua o una yema de huevo

500-750 gr de albaricoques

2 huevos grandes

2 dl de leche

100 gr de ricotta

2-3 cucharadas de Azúcar (1 cucharada puede ser de azúcar de vainilla)

En un bol grande mezclar bien la harina con el sal.

Añadir la mantequilla en pedacitos y frotar entre las manos frías  con la harina hasta que se formen bolitas.

Añadir el agua (o la yema de huevo bien batida) y rápidamente y sin amasar Hacer que se forma una masa (no amasar por que sino la masa al hornearla será dura).

Envolver la masa en plástico de cocina y dejar reposar durante 30 minutos aprox. en la nevera.

Lavar los albaricoques, cortarlos a la mitad (o en cuartos) y quitar la piedra.

Revolver bien los huevos con la leche, la ricotta y el azúcar.

Estirar la masa y ponerla en el molde previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina. Con un tenedor agujerear la masa.

Disponer los albaricoques sobre la masa y la crema de huevos y ricotta.

Llevar al horno precalentado a 220°, ponerla en el raíl más bajo y dejar durante 30 minutos aprox.

Si los albaricoques fuesen bastante agrios, esparcir una cucharada de azúcar 5 minutos antes  de retirar del horno.

Buen provecho!

Albaricoque

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El albaricoque, también conocido como damasco o albérchigo, es el fruto del albaricoquero, árbol de la familia de las Rosáceas. Esta familia incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. El fruto tiene la carne jugosa, firme y con un delicioso sabor dulce.

El albaricoque es originario de las zonas templadas de Asia. Las primeras referencias sobre su cultivo se remontan al año 3000 a. C. en China. El Imperio Romano lo introdujo en Europa a través de sus conquistas y rutas de comercio con Asia, concretamente desde Armenia.

El principal productor mundial de albaricoque es Turquía, a continuación se sitúan Irán, Italia (que es el principal productor en Europa), Francia y España. En África los principales países productores son Argelia y Marruecos. En América es Estados Unidos el principal productor. Otros países productores en Asia son Pakistán, Japón, Siria, Rusia y China.

En España las principales provincias productoras de albaricoque son Murcia, Valencia y Albacete. Las principales variedades de albaricoque en españa son:

    Bulida

Es una variedad rústica española que se adapta a todo tipo de suelos, incluso secos. Proporciona árboles muy vigorosos de producción abundante y regular, resistentes al viento y a la caida del fruto. Los frutos son grandes y posén un surco poco profundo, siendo su piel amarilla y su carne, dulce, bastante jugosa y perfumada. El hueso es grande y tiene quilla. La recolección se lleva a cabo a primeros de junio y se conserva fácilmente.

   Canino

Otra variedad española que presenta árboles muy vigorosos de hojas ásperas, resistentes a parásitos y a la caída del fruto. Los frutos son grandes o muy grandes, casi redondos, de color amarillo anaranjado intenso y apenas rojos en el lado soleado. La carne es firme, de sabor agradable y medianamente perfumada, siendo el hueso de tamaño medio, con poca quilla. La recolección se lleva a cabo en junio, conservándose bien el fruto y siendo resistente al transporte. Esta variedad proporciona un fruto de buena calidad y comercialización interesante.

   Paviot

Esta variedad proporciona árboles muy vigorosos y de mediana producción, resistentes a parásitos y sensibles a la caída de frutos. Exige terrenos sanos y permeables. El fruto es de tamaño muy grande, de color anaranjado y rojo intenso en la insolación. La carne es amarilla, de gran finura, agradable, fundente y perfumada, siendo el hueso mediano. La recolección se lleva a cabo entre los meses de julio y agosto, conservándose el fruto de manera aceptable durante el transporte. Este fruto tiene muy buena calidad y valor comercial.

   Moniquí

Es un árbol de vigor medio y producción un poco irregular. Tiene necesidades medias de frío invernal y es incompatible con el Mirabolano. El fruto es grueso, oval y aplastado, blanco sonrosado, de aspecto transparente. La carne es blanca jugosa, perfumada y azucarada. El hueso está semiadherido. La recolección se lleva a cabo entre junio y primeros de julio. Este fruto es muy recomendado para mesa.

   Currot

Es la variedad comercial más temprana que aparece en el mercado. Son frutos de pequeño tamaño, piel delicada de color blanco-rosáceo, con pulpa blanquecina, poco carnosa y sabor acidulo. Se suelen premadurar antes de su comercialización ya que recién cosechados carecen de valor gustativo.

Nancy: proporciona árboles de buen vigor y mediana producción, con buena resistencia a parásitos, poco exigente en suelos, siendo la caída de los frutos bastante frencuente en terrenos arcillosos. El fruto es de tamaño muy grande, un poco hinchado en la base, casi esférico, y abollonado en el pico. Su color es amarillo oro veteado de rojo, siendo la piel bastante espesa con algunos abultamientos pequeños. La carne es color cobrizo, perfumada, de sabor fino, fundente y dulce, jugosa y un poco ácida. El hueso es bastante grande, redondeado y con arista ventral ancha. La recolección se lleva a cabo en julio, conservándose bien el fruto durante el transporte. El valor comercial de este fruto es muy bueno.

Galta roja: posiblemente sea la variedad más comercializada y consumida en España. Posee una piel atractiva, mitad rojiza y mitad amarilla o naranja, y su pulpa es anaranjada y de sabor dulce.

Ginesta: es una de las variedades más precoces que aparece en el mercado. Los frutos tienen forma esférica y su piel es blanquecina. La pulpa carnosa tiene color blanco y sabor suave y delicado.

Mitger: variedad que se caracteriza por el tamaño de sus frutos, en torno a 50-55 mm. Su piel es fina, suave y aterciopelada, y su carne blanca, dulce y jugosa. Aparecen en el mercado español a finales del mes de mayo.

Los albaricoques son unas frutas muy delicadas, por lo que han de tratarse con gran cuidado y precaución. Un pequeño golpe con la uña o una presión fuerte con los dedos, le perjudica, lo mancha y da lugar a su rápida podredumbre. Está en su punto de sazón cuando, al presionar el fruto suavemente entre dos dedos, se aprecia una consistencia blanda. Los albaricoques se han de coger muy maduros para que tengan toda su finura y todo su aroma. Los recolectados antes de este punto no son dulces y sólo maduran un poco. Es recomendable evitar los que están arrugados. Ya maduros, se pueden guardar en el frigorífico en una bolsa de plástico agujereada.

El aceite de albaricoque se utiliza al igual que el aceite de almendras dulces como demulcente de la piel.

En Indochina se usa como antiséptico en enfermedades respiratorias.

Las semillas se usan para tratar la tos y el estreñimiento en la medicina china .Tiene vitamina A, potente antioxidante, mejora también las enfermedades de los ojos.

El amaretto es un licor bastante popular en Italia que emplea las almendras de albaricoque en su confección y de ahí su nombre ya que son de sabor amargo (amaro en italiano).

Comparado con otras frutas, su aporte energético es bastante bajo, dada su elevada cantidad de agua y modesto aporte de hidratos de carbono.

Destaca por la abundancia de fibra, que mejora el tránsito intestinal, y su contenido en provitamina A (beta-caroteno), de acción antioxidante.

Su contenido mineral no es menos importante, ya que es rico en elementos como el potasio y, en menor proporción, en magnesio y en calcio, este último de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos u otros alimentos que son buena fuente de dicho mineral.

El beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.

El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.


Mermelada de albaricoques con vainilla

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El otro día hice mermelada con los primeros albaricoques de la región al suroeste de suiza, el Wallis.

1,150 kg de albaricoques maduritos (peso después de quitarles la piedra: 1 kg aprox.)

1 rama de vainilla

800 gr. de azúcar

el zumo de medio limón

6 -7 vasos con tapa de 220 gr. de contenido aprox.

El primer día:

Lavar los albaricoques, secarlos, cortarlos a la mitad (o en cuartos si son grandes) y quitarles la piedra.

Poner los albaricoques, la vainilla (la rama y el interior rascado), el azúcar y el zumo de limón en un recipiente y revolver todo muy bien.

Dejar macerar durante 1 -2 Horas.

Poner todo en una olla grande y dejar hervir. Al primer hervor se quita y se vuelve a poner todo en un recipiente, tapándo con papel de horno o película plástica. Dejar enfriar y poner en la nevera toda la noche.

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El segundo día:

Poner los vasos y sus tapas, lavados, en una olla grande a esterilizar (dejar en agua hirviendo durante 10 minutos).

Poner los albaricoques en una olla grande y dejar cocer a temperatura alta, revolviendo con cuidado y constantemente para que no se pegue al fondo, durante unos 5 – 10 minutos (el tiempo puede variar según como es la fruta de esta temporada, a veces con más o menos pectina). Quitar la espuma.

Para comprobar si la mermelada ya ha llegado a la consistencia deseada, lo mejor es controlar con unas gotitas que se pondrán sobre un platillo y el cual habremos puesto un momento antes a enfriar en el congelador. Así esas gotitas de mermelada enfriaran enseguida y al inclinar e l platillo veremos si está aún muy líquida o no.

Cuando la mermelada esté en su punto retiramos la olla del fuego y se pasa enseguida a llenar los vasos que serán tapados inmediatamente.

Se pueden dejar los albaricoques en trozos o bien pasarlos por el pasapurés (como hice yo) y volver a poner sobre el hornillo hasta que rompan a hervir. Antes de llenar los vasitos, quitar la vainilla y cortarla en 6 – 7 trozos para poder poner en cada vasito un trocito de vainilla.

Esta mermelada es riquísima acompañando un queso blando, tipo tetilla o otro, y también para poner en una capa en tartas, tipo Sacher (que es de chocolate) o tartas de manzana, pera, albaricoques, o para dar brillo a los cakes y bizcochos, o solo para comerla con pan y mantequilla (que yo casi, casi prefiero comermela del vaso a cucharadas de lo rica que está).

Buen provecho!