Es una receta napolitanísima, a pesar del nombre, que se refiere al queso utilizado en este plato y no a la ciudad de Parma.
Para 4 personas se necesita:
4 berenjenas grandes
Sal
Lavar las berenjenas y cortarlas en rodajas de 1/2 cm. de espesor más o menos. Salarlas y disponerlas sobre una fuente, la que hay que poner en una posición algo inclinada, para que se pueda escurrir el agua que van a soltar las berenjenas al salarlas. Esto hará que las berenjenas pierdan amargor.
400 gr. de tomates bien maduros, cortardos en gajos y sin las semillas
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla pequeña, muy picadita
4 hojas de albahaca, enteras
Sal
Sofreir los tomates junto con la cebolla y la albahaca durante 1 minuto; salar y dejar cocer a fuego bajo durante media hora. Pasarlos por un colador para obtener una salsa fina.
Lavar las rodajas de berenjena y secarlas
3 cucharadas de harina aprox.
Aceite de oliva abundante
50 gr. de queso parmesano
1 Mozzarella
2 huevos duros
Aceite de oliva
En un plato poner varias cucharadas de harina y enharinar las rodajas de berenjena. Freírlas y dejar coger un poco de color. Disponerlas sobre un papel de cocina.
En una fuente de horno de borde alto, untada con aceite, colocar los ingredientes en capas:
una capa de berenjenas espolvoreadas con queso parmesano,
cubrir con rodajas de mozzarella,
encima disponer otra capa con rodajas de huevo
y alguna cucharada de salsa de tomate (no demasiada, la salsa aquí tiene casi sólo la función de aromatizar y humedecer un poco).
Repetir la operación hasta acabar con los ingredientes.
Para acabar se le añade unas cucharadas de salsa de tomate.
Meter en el horno precalentado, en el raíl más bajo, a 180° durante 30-40 minutos.
Se puede servir caliente o frío.
Buon apetito!